Recordando a Jim Leprino
DENVER - 19 de junio de 2025 - James "Jim" G. Leprino falleció el 19 de junio de 2025. Era un devoto hombre de familia, que apreciaba el tiempo que pasaba con su esposa, hijos, nietos y bisnietos, inculcándoles sus valores de integridad, trabajo duro y compasión. Su amor por su familia era evidente en todo lo que hacía, y se enorgullecía enormemente de sus logros.

Le sobreviven su querida esposa Donna; sus hijas Gina (Daniel) Vecchiarelli y Terry Leprino; sus nietas Gianna Vecchiarelli y Francesca (Geordie) Lukas; su bisnieta, Sofia Lukas; así como innumerables sobrinas y sobrinos. Le preceden en la muerte sus padres, Mike Sr. y Susie (Pergola), y sus hermanos Lou, Mike Jr., Ange Testa y Marie Videtto.
Jim nació en Denver, Colorado, en 1937, en el seno de una familia muy unida y profundamente arraigada en la comunidad italiana de la ciudad. Desde muy pequeño, su vida estuvo marcada por dos constantes: una profunda devoción a su fe y una inquebrantable ética del trabajo. Su padre, Mike padre, había emigrado de Potenza (Italia) y en 1950 abrió una pequeña tienda de comestibles en la esquina de las calles 38 y Shoshone. En la trastienda, la familia empezó a hacer queso ricotta y scamorza a mano, sirviendo a los vecinos con el mismo cuidado y orgullo que definirían su legado.
Lo que empezó como una modesta empresa familiar no dejó de crecer y, en 1956, Jim Leprino se incorporó al negocio a tiempo completo. Ayudó a dirigir la transformación de una pequeña tienda de barrio en Leprino Foods Company, hoy el mayor productor mundial de queso mozzarella y líder mundial en ingredientes lácteos. Guiado por los valores que le inculcó su padre -calidad, servicio, precio competitivo y ética-, el liderazgo visionario de Jim convirtió a Leprino Foods en una potencia del sector.
Jim era conocido por su inquebrantable compromiso con la gente de Leprino, siempre dispuesto a ofrecer orientación, apoyo y tutoría. Ejerció una profunda influencia en innumerables vidas, incluidas las de su familia, amigos, clientes, proveedores y la industria láctea.
Jim no era sólo un gigante en el mundo de los negocios: tenía un corazón generoso y un profundo compromiso con la retribución. Nunca olvidó a la comunidad que respaldó el negocio de su familia a lo largo de los años, y donó generosamente a causas que ayudaban a los demás. Se preocupaba profundamente por el bienestar de las personas y le apasionaba especialmente apoyar los avances médicos y sanitarios que pudieran mejorar la vida de las generaciones futuras.
Jim tenía una presencia más grande que la vida, y se le echará mucho de menos y se le recordará siempre.